LOS MUCHACHITOS DE FUERZA REGIONAL
Los movimientos políticos, que han aparecido debido al proceso electoral municipal y regional, no sólo están formados por dirigentes que ya gobernaron y que conocen el teje y desteje de la política, sino por muchachos que tienen la intención de gobernar en Cajamarca. Estos muchachos han visto, en la política, la oportunidad de llegar al poder y, según ellos, trabajar y desarrollar Cajamarca. Puede que los jóvenes tengan buenas intenciónes.
Leomar Alaba, hijo de un ex dirigente firista, muchacho debutante en el movimiento Manos Limpias que no se conoce la base popular que lo acompaña. Carlos Rojas, ex dirigente universitario, conduce el movimiento Todos Unidos que, del mismo modo, sus bases no existen. Se han unido para formar un frente que es, en política, estratégico. Sin embargo, al movimiento que se han unido, Frente Regional, que lo encabeza Javier Bobadilla, tiene serias debilidades políticas.
Primero, Bobadilla es ya un candidato perdedor que en dos oportunidades consecutivas perdió las elecciones no sólo regional, sino también municipal. Su visión ególatra de querer alcanzar el poder lo hace verse como líder político en Cajamarca, sin embargo los movimientos políticos con más fuerza, le han dicho no. Ahí está la señora Cori Lezama que le dijo a Bobadilla “no”. Seguramente por ser muy débil políticamente.
Segundo, Javier Bobadilla estuvo muy vinculado al actual alcalde Marco La Torre quien tiene problemas no sólo con los universitarios, sino con zonas urbanas y rurales que padecen por necesidades de agua y desagüe. Fue asesor del actual alcalde que termina su gestión con cuestionamientos al denominado Capac Ñam. Esta vinculación lo hace que Fuerza Regional, en las próximas elecciones, quede en los últimos lugares.
Y tercero, Bobadilla ha dado un salto de su posición ideológica política no a un centro derecha, sino a la derecha. Se ha convertido en el promotor y publicista de los proyectos de la Sociedad Minera. Como la construcción del tren trasandino. Ha atacado, duramente, a sus antiguos compañeros de izquierda diciéndoles promotores de la violencia. Este cambio ideológico ha sido visto por parte de los electores que seguramente no le darán su voto.
Así que, los muchachitos de Fuerza Regional, que se han unido para enfrentarse a los candidatos con más posibilidades de ganar las elecciones, se darán cuenta después que fue un error unirse al movimiento de Fuerza Regional. Lo ideal hubiese sido que Leomar Alaba organice y construya su propio movimiento y trabaje para convertirse en el líder de su movimiento. Es un joven nuevo. No está involucrado en problemas públicos de corrupción ni ha dado salto alguno en su concepción política.
En las próximas elecciones en Cajamarca, la nueva generación de jóvenes que tienen la intención de hacer política, saldrán perdiendo y experimentarán su primera derrota. Es bueno que los muchos recuerden el dicho que dicen los abuelos “ Mira bien en qué árbol te proteges”.
Los movimientos políticos, que han aparecido debido al proceso electoral municipal y regional, no sólo están formados por dirigentes que ya gobernaron y que conocen el teje y desteje de la política, sino por muchachos que tienen la intención de gobernar en Cajamarca. Estos muchachos han visto, en la política, la oportunidad de llegar al poder y, según ellos, trabajar y desarrollar Cajamarca. Puede que los jóvenes tengan buenas intenciónes.
Leomar Alaba, hijo de un ex dirigente firista, muchacho debutante en el movimiento Manos Limpias que no se conoce la base popular que lo acompaña. Carlos Rojas, ex dirigente universitario, conduce el movimiento Todos Unidos que, del mismo modo, sus bases no existen. Se han unido para formar un frente que es, en política, estratégico. Sin embargo, al movimiento que se han unido, Frente Regional, que lo encabeza Javier Bobadilla, tiene serias debilidades políticas.
Primero, Bobadilla es ya un candidato perdedor que en dos oportunidades consecutivas perdió las elecciones no sólo regional, sino también municipal. Su visión ególatra de querer alcanzar el poder lo hace verse como líder político en Cajamarca, sin embargo los movimientos políticos con más fuerza, le han dicho no. Ahí está la señora Cori Lezama que le dijo a Bobadilla “no”. Seguramente por ser muy débil políticamente.
Segundo, Javier Bobadilla estuvo muy vinculado al actual alcalde Marco La Torre quien tiene problemas no sólo con los universitarios, sino con zonas urbanas y rurales que padecen por necesidades de agua y desagüe. Fue asesor del actual alcalde que termina su gestión con cuestionamientos al denominado Capac Ñam. Esta vinculación lo hace que Fuerza Regional, en las próximas elecciones, quede en los últimos lugares.
Y tercero, Bobadilla ha dado un salto de su posición ideológica política no a un centro derecha, sino a la derecha. Se ha convertido en el promotor y publicista de los proyectos de la Sociedad Minera. Como la construcción del tren trasandino. Ha atacado, duramente, a sus antiguos compañeros de izquierda diciéndoles promotores de la violencia. Este cambio ideológico ha sido visto por parte de los electores que seguramente no le darán su voto.
Así que, los muchachitos de Fuerza Regional, que se han unido para enfrentarse a los candidatos con más posibilidades de ganar las elecciones, se darán cuenta después que fue un error unirse al movimiento de Fuerza Regional. Lo ideal hubiese sido que Leomar Alaba organice y construya su propio movimiento y trabaje para convertirse en el líder de su movimiento. Es un joven nuevo. No está involucrado en problemas públicos de corrupción ni ha dado salto alguno en su concepción política.
En las próximas elecciones en Cajamarca, la nueva generación de jóvenes que tienen la intención de hacer política, saldrán perdiendo y experimentarán su primera derrota. Es bueno que los muchos recuerden el dicho que dicen los abuelos “ Mira bien en qué árbol te proteges”.
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