
La verdad de las cosas, la gestión del actual alcalde viene expresando serios problemas de administración y personal de confianza que haga avanzar la administración por el camino ideal: buena gestión. El primer tropiezo fue la caída del gerente de Imagen y Comunicaciones que, a raíz del suceso de la serenata de Cajamarca, fue sacado del cargo. Aunque el alcalde dijo que él había presentado su renuncia. En entrevista en un programa periodístico, Joaquín Ramírez aclaró que los que habían ido a pedirle apoyo par el aniversario de Cajamarca fueron sus asesores y no el gerente de Imagen. Éste pagó el pato de lo que hicieron aquellos. Aquí el primer problema de la gestión de Ramiro Bardales: asesores. Les comió vivo el empresario o se pusieron de acuerdo. Así como este caso, hay otros en áreas donde el desorden da pena. Sólo miremos la organización del carnaval. Personas deambulando sin rumbo.
De modo que, en este contexto de falta de liderazgo de una autoridad política, que tambalea, no se descarta la hipótesis de la conspiración contra el actual alcalde. Lo primero que debería hacer el flamante alcalde es revisar su equipo de asesores, técnicos de confianza y su grupo político representados en sus regidores. Caso contrario uno de ellos será el conspirador.
La pregunta hipotética es: ¿Hay una conspiración y un conspirador tras Ramiro Bardales Vigo? Para un diario local, como lo presenta la nota, pura especulación, que para ellos es periodismo, parece que sí. Lo que hay es una hipótesis, que si es bien investigada el tema, dará resultado: hipótesis comprobada y sustentada con pruebas fácticas o hipótesis rechazada. Lo que ha hecho el diario local es periodismo irresponsable, porque si hubiese investigado y comprobado la conspiración, el acalde estuviese agradecido y el medio hubiese sumado su prestigio. Empero no fue así. Los periodistas de medio escrito sólo especularon. No investigaron.
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