Manuel Ramos Campos, presidente del Frente de Defensa del Centro Poblado El Tambo de la provincia de Hualgayoc, quien viene acatando huelga de hambre junto con otros dirigentes más que piden la inviabilidad del proyecto Conga, conversó brevemente con este blog y expresó las razones por lo que Conga no debe explotarse.
Asegura que al desarrollarse el proyecto minero se arriesga que se contaminen setecientos manantiales, veinte sistemas de agua potable, más de ochenta canales de riego y dos ríos que son el río Llaucano y el río Comagón, los únicos ríos que les queda a parte de otros dos que ya están contaminados por relaves mineros. “Más vale morir de hambre que morir a pausas” asegura con los labios que tiemblan de rabia.
Respecto del diálogo que pretende entablar el gobierno central, el gobierno regional y alcaldes de los distritos de influencia manifestó que el diálogo no es para que le digan al gobierno cómo va ir el proyecto minero Conga, sino para que le digan que cumpla con sus promesas electorales porque el pueblo no quiere mina, sino agricultura y ganadería. Considera que el diálogo es para que le digan al presidente que declare inviable el proyecto Conga porque se encuentra en cabecera de cuenca.
“No permitiremos que Yanacocha mueva ni una roca de nuestras lagunas. Al incumplir esta promesa, nosotros nos movilizaremos masivamente hombres y mujeres de todas provincias a nuestras lagunas para defenderlas, y lo que puede suceder responsabilizamos a Yanacocha, Ollanta Humala y el Primer Ministro Valdés. Nosotros estamos dispuestos a defender nuestras lagunas cueste lo que cueste. Si ellos se aferran a que este proyecto se va desarrollar, decimos que se embravarán nuestra gente, se embravarán nuestros cerros, nuestras rocas se volverán puños de acero, las bocas de nuestros cerros y nuestras lagunas se abrirán para botar a Yanacocha de Cajamarca”, enfatiza el dirigente recordando a su mundo mágico religioso.
La carta, que remitió el presidente del gobierno regional Santos Guerrero al presidente de la república, ha suscitado desconfianza en la mayoría de la población cajamarquina que está en plena lucha. Ésta considera que el caso Conga no es negociable y se puede dialogar en otros temas menos la viabilidad del proyecto minero Conga.
Parte de la carta que envió Santos Guerrero dice que piden audiencia para que escuchen lo que piensan los cajamarquinos. La respuesta del Ejecutivo no ha sido inmediata, solo a atinado a evaluar la misiva. Lo que si es cierto es que la mayoría de los cajamarquinos consideran que sus lagunas y aguas no son negociables.
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