Los últimos conflictos desatados en la sierra
y específicamente en Cajamarca con el de Conga, ha motivado que intelectuales e
investigadores sociales, economistas y antropólogos, reflexionen sobre la
manera cómo entender el mundo sin ocasionar desequilibrio no sólo en el sistema
ecológico, sino además en lo social y cultural. A la saciedad se ha dicho que
el hombre viene destruyendo el planeta,
destruyendo la naturaleza con su irracional manera de explotar los
recursos naturales que existen no sólo en sus entrañas, sino en la superficie
terrestre. A través de la teoría del conocimiento o de la epistemología o
filosofía de la ciencia, los investigadores han logrado explicar el pensamiento
de los pueblos y la manera de mirar y entender el mundo donde viven.
El 15 de noviembre de 1532, con el apoyo de
etnias descontentas con el Tahuantinsuyo, una cultura nueva y un nuevo
pensamiento se hizo presente ante el pensamiento andino. Es decir entraron en
pugna el pensamiento occidental, traído por los españoles y el andino
conformado no sólo por el pensamiento
Inca, sino por la manera de pensar de otras etnias que comenzaban a integrarse
al imperio Inca.
Investigaciones y publicaciones últimas, entre
ellas del investigador Javier Lajo, de origen Puquina, da cuenta del
pensamiento o de la filosofía andina. Su
tesis explicada es que el pensamiento andino tiene sus orígenes en la vida
hecha en la pariedad y no en el impar. Dice que el par siempre se encuentra en
la cultura andina y el impar en el pensamiento occidental. Tal vez de aquí se
explique el equilibrio en hacer las cosas en el pensamiento de los antiguos
peruanos y el desmedido e incontrolable desequibrio de ver las cosas en el
mundo occidental.
Ejemplos de par se encuentran en la
arquitectura y en la astronomía inca, incluso en los mismos Apus que hasta la
fecha los campesinos lo mencionan y protegen. Las lagunas de Conga son los Apus
que, para los campesinos, tienen vida
y pueden hablar con esos Apus. Los Apus
y los campesinos son vida par. Ambos llevan una vida equilibrada. Los
campesinos no pueden vivir sin sus lagunas y éstas no pueden vivir si aquellos
actúan irracionalmente. Es la filosofía
andina.
Han pasado los años, el tiempo ha transcurrido
para instalarse un modelo inspirado en un nuevo pensamiento, ese pensamiento es
el neoliberal que, al mirar las ciudades del mundo, va entrando en crisis que
los gonfaloneros de ese pensamiento no aceptan o tratan de calmar al mundo diciendo que la crisis está pasando y que las
economías de los países se recuperan. El pensamiento impar (neoliberal)
occidental, que excluye al otro, el que no sirve o está de estorbo en sus
objetivos, es el que ha llevado a la crisis a la sociedad actual de los
mercados.
La actual sociedad capitalista no acepta que
otra actividad económica interfiera su actividad. Si bien simula apoyarla, pero
en el fondo pretende anularla para quedarse sola y ser la única actividad en el
mundo, es decir, el pensamiento impar occidental. Lo que se ha suscitado en el
pensamiento occidental actual es un desmedido desquilibrio que ya no pueden
controlar. Como no quieren un equilibrio entre Estado y mercados, es decir el
pensamiento par, el descontrol y la falta de regulación los está llevando a no
poder controlar la corrupción y la violencia que no sólo afecta a
organizaciones públicas sino también a privadas. El pensamiento neolilberal no acepta
la filosofía andina, en otras palabras, el alma de los pueblos.
El alma de los pueblos, sobre todo de los
pueblos andinos y amazónicos, tiene una filosofía, a decir de Lajo, es el
pensamiento par de ver las cosas. El equilibrio en ver y hacer las cosas. ¿El
proyecto histórico vigente es el indígena? Hay quienes dicen que “la cultura
andina es una alternativa a la crisis actual del neoliberalismo”. Tal vez sí. Pero inspirado en los estudios de
investigación, en obras de arte: literatura, pintura, música que han recogido el pensamiento andino y están
guardados para volver ser enseñados a las nuevas generaciones en los colegios y
en las universidades. Un especie de
neoindigenismo o neoclasicismo andino.
Pero este neoclasicismo andino no consiste en
volver la mirada al inca como persona, como monarca, como rey, sino recuperar
ese pensamiento que les sirvió para que vivan en armonía en sociedad y con la
naturaleza. No se trata de construir
otro Coricancha, otro Machupicchu, otros acueductos de Cumbe Mayo. No. Se trata de recuperar el
pensamiento andino que los viejos Amautas
manejaban en toda la teoría del conocimiento.
Tal vez algún día construiremos un nuevo mundo
par construido con la cultura occidental y la andina. Puede que sea una utopía o
utopía arcaica como dicen otros. Una utopía idealizada, que viene del pasado y
se proyecta para el futuro, construye una nueva sociedad con lo que encuentra
en el presente.
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