Estudiantes peruanos (foto Andina) |
La evaluación a los maestros para que pasen a
la Carreta Pública Magisterial viene desde los noventa con la gestión del fujimorismo.
La intención era que maestros seleccionados trabajen con niños, adolescentes y
jóvenes en los tres niveles de Educación Básica Regular. Han pasado los años
empero la educación no ha mejorado. Los
últimos resultados de PISA, que evaluó a estudiantes de las escuelas públicas y
privadas de 65 países incluidos el Perú, ubican a nuestra educación en el
último lugar. Esto indica que estamos estancados en educación.
¿A qué se debe la desastrosa situación de
nuestra educación? Lo primero que tenemos que decir es que nuestra educación no tiene una teoría
pedagógica que haya nacido de nuestra propia realidad educativa. En otros términos,
no existe una teoría epistemológica que explique nuestra educación y guíe a la
misma por un correcto derrotero y concluya en una educación pionera en la
región latinoamericana. Es necesario que
nuestra educación se desarrolle sobre la base de una teoría educativa que no lo
tenemos. Sólo hemos acudido a poner en práctica teorías que son propias de
otras sociedades desarrolladas y capitalistas.
Así, la
tendencia pedagógica de la Escuela
Nueva es la que se viene aplicando en la
educación peruana a pesar que esta tendencia teórica pedagógica hizo su
parición en los primeros años del siglo XX. “Se desarrolla casi simultáneamente
en diferentes países capitalistas (EE.UU, Inglaterra, Francia, Italia Bélgica y
entre otros) resaltó el papel activo que debe tener el estudiante, transformó
las funciones que debe asumir el profesor en el proceso educativo, y mostró la necesidad y posibilidad de cambios en el desarrollo del
mismo. Este nuevo movimiento educativo
constituye un reflejo de los profundos cambios y transformaciones
socioeconómicos ocurridos y de las ideas filosóficas y psicológicas que se
desarrollan en este periodo”[1].
Si bien
esta tendencia pedagógica apunta
a que el estudiante desarrolle todas sus facultades y que el profesor es un facilitador con
ciertas metodologías, no ha dado resultados en la educación de nuestro
país. John Dewel, pedagogo y filósofo
norteamericano, pionero de esta tendencia, puso en práctica las ideas
pedagógicas con estudiantes norteamericanos que pertenecieron y pertenecen a familias que facilitan la
formación educativa de sus hijos. Las
familias peruanas no son iguales a las norteamericanas y otras donde la Escuela
Nueva se desarrolló y sí dio resultados.
En la Escuela Nueva se establece la relación escuela-familia,
es decir la formación del estudiante no sólo es responsabilidad de la escuela
sino también del padre de familia. El problema de las familias peruanas es que
tienen serios problemas. Decía un psicólogo que los padres de ahora son progenitores y no formadores de sus
hijos. Ya no ponen reglas en casa sino los hijos les dan órdenes. Este tipo de
familias son difíciles que contribuyan
con la formación de sus hijos. Aquí está una de las razones por la situación
vergonzosa que atraviesa nuestra educación. Necesitamos familias fuertes que sepan regular y orientar a sus
progenitores y conducir sus hogares.
El ministro de educación, ante lamentable
situación de nuestra educación, ha hablado de una especie de reestructuración
de la educación de nuestro país. Pero qué se puede reestructurar si ya se han
experimentado modelos, programas que no han dado resultados fructíferos. Se ha experimentado con el Bachillerato y
programas que se invirtieron millones de soles.
Se han seleccionados maestros a través de exámenes nacionales y los
“mejores” hoy se encuentran trabajando con niños, adolecentes y jóvenes.
¿Dónde está el problema de nuestra
educación? Pregunta que lleva a un
amplio debate sobre el tema no sólo entre educadores, sino éstos con los mismos
padres de familia y los gobernantes quienes son los que canalizan las políticas
publicas que tienen que ver con la educación. Debatir sobre si la metodología
está fallando, los contenidos o el diseño curricular nacional no sirven o están
inspirados en otra realidad educativa. Insisto, necesitamos una teoría
pedagógica que nos guie en nuestra educación.
“La educación sirve para estimularte a pensar,
pero también para proporcionarte contenidos que luego vas a tener que ordenar
tú. Una educación que pretende dártelo
todo ordenado para que no pienses será mala, desde luego, pero otra que no te
da nada, que pretende que pienses desde el vacío también lo será”, dice
Fernando Savater filósofo y educador que, si bien es español, su idea no deja
de ligarse a nuestra educación. El
debate es que si a los estudiantes se los está dando contenidos o información debida de las diversas materias o áreas como
se los llama ahora. Si al estudiante de
media le preguntan quién fue el “Brujo de los Andes” o el “Bibliotecario
mendigo”, y si no sabe es porque el profesor no le ha dado la información
necesaria o el programa curricular es sumamente reduccionista: en un área se
enseña un poco de cada materia. Es hora que los agentes de la educación se
pongan a debatir temas de educación caso contrario el progreso de nuestro país
continuará estancado.
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