Tal vez podremos decir que el Quijote cabalgó por los Andes
y que hasta ahora, a pesar de los muchos años transcurridos, aún lo hace. Con
esto quiero referirme al castellano, como lengua oficial de los peruanos, que
cabalga no solo por los andes, sino por todas las regiones del Perú. En 1532,
cuando los primeros españoles pisaron tierras peruanas, el castellano, que
después se convertiría en lengua oficial, comenzó aclimatarse para ya no ser
lengua de la península ibérica, sino de
los nuevos hablantes de Latinoamérica.
El 23 de abril se celebra el día de la lengua castellana.
Hoy lengua oficial de los peruanos. El castellano que trajeron las huestes de
Pizarro no fue el castellano de las letras de la edad de oro: de Cervantes, de
Lope Vega o de Quevedo, sino fue el castellano
vulgar de los soldados, (este fenómeno siempre sucede cuando se da un acto de
conquista). A medida que pasaron los años y el sistema colonial se
institucionalizaba, la lengua europea se asentaba como la oficial de los conquistados
y, a la vez, desplazaba a las lenguas indígenas.
Al margen de las lenguas aborígenes marginadas debido al predominio sociocultural
y político del castellano, éste se
convirtió en el instrumento que los peruanos lo hicieron suyo. Ya no fue el castellano de la tierra de
Garcilaso y de Fray Luis de León, sino el
castellano de los peruanos, el castellano mestizo. El castellano con su propia sintaxis,
fonología, semántica… Se amestizó al entrar en contacto con las demás lenguas
especialmente con la legua oficial del Tahuantinsuyo: Runasimi. Y otras lenguas
preincas que sobrevivieron hasta antes que lleguen los españoles. Por ello
gozamos de nuestro propio castellano, con su propia identidad, con su propia
cultura y propia vida.
¿Estamos matando nuestro castellano? Se preguntan los
académicos. Ese castellano que cultivaron los escritores peruanos del siglo XX. Sin duda que sí. Cada vez los peruanos
hablamos y escribimos mal. Hasta ya no hablan debido al predominio de las redes
sociales en internet. Hoy los jóvenes pasan horas tras horas en internet
momificados frente a una pantalla. Están
perdiendo la facultad de diálogo e
interacción. Y lo que es más grave, utilizan las teclas de la computadora para
destruir el castellano con sus propios símbolos para comunicarse.
Los medios de comunicación tradicionales, los modernos
(redes sociales en internet) y las instituciones académicas son los encargados de no matar al castellano como instrumento de
comunicación entre los peruanos, sin
embargo no lo están haciendo. A los
medios escritos, como los diarios y revistas sobre todo de provincias, no les
interesa la vida de nuestro castellano, en cada párrafo encontramos tremendos
errores que hace que agonice más nuestro medio de comunicación. Los comunicadores y periodistas en las radios
y en los programas de televisión también
contribuyen a tal fin. Y lo que es peor,
los mismos académicos y profesores de los colegios no contribuimos a que nuestro castellano sea más
rico como medio de comunicación.
Entonces, ¿cuál será
el destino de nuestro castellano? Si es que no promovemos actos culturales para
fortalecerlo y enriquecerlo, en poco tiempo se convertirá en el idioma de menos
importancia en Latinoamérica. Culturalmente se encontrará rezagado en
comparación de otros países de la región
donde los Estados se preocupan en implementar políticas para fortalecer
su castellano, es decir implementan políticas lingüísticas.
Con nuestro
castellano, no hacemos más que ver cómo cabalga don Quijote sobre su Rosinante
por las diversas regiones del Perú. Pero ese
Quijote no es específicamente el
que creó Cervantes, sino es cada
peruano que usa el castellano mestizo
para comunicarse e identificarse. No es el Quijote que habla el castellano del
siglo XVI, sino el peruano que se expresa con el castellano aclimatado y que se
enfrenta a los cambios del presente siglo.
A leer en el día de la lengua castellana. Otros hablan el día del libro.
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