En torno a la corrupción, los gobiernos regionales están en
la mira. No se puede negar que la corrupción se encuentra cimentada en estos
niveles de gobierno como también en las
municipalidades. Lo que sí hay que
precisar es que la corrupción es uno de los problemas principales y
preocupantes en el Perú. No sólo corroen a los gobiernos regionales, sino que
conviven en los poderes del Estado que cada vez pierden institucionalidad
debido al desprestigio que tienen en la sociedad civil. El problema de la corrupción
no es de ahora, sino histórico que cada año se vuelve en un modo de vida.
Aquí una pequeña historia que explica
que este problema moral tiene raíces históricas debido a la destrucción
de las bases morales por lo que ha atravesado el Perú no como Nación, sino como una sociedad inconclusa. La pequeña
historia empieza de la siguiente manera:
Corrían los años en
que nuestro país había sido devastado en la guerra del Pacífico. Los chilenos,
aliados de fuerzas extranjeras, ganaron la guerra fácilmente mientras la clase
política e intelectual peruana se sacaban los ojos mutuamente. Por este tiempo,
un grupo de militares con ansias de poder derrocaron al presidente que estaba
gobernando. Como los militares estaban desprestigiados debido a la ineptitud de
no poder ganar la guerra, necesitaban como presidente a un civil a quien
convertirlo en fantoche. Pensaron en Manuel Gonzales Prada, político e
intelectual que gozaba de gran prestigio por aquellos años. Se estaba
convirtiendo en maestro de la generación de intelectuales siguientes. Para ello
una comisión de militares lo visitó a su casa para pedirle que sea presidente
de la república. El autor de ”Horas de
lucha” y “pajinas libres”, quien ya se había enterado de la propuesta, luego de
conversar con la comisión, les entregó una relación de militares quienes debían
ser fusilados por corruptos, es decir por haberle robado al Estado. Solo de
esta manera aceptaría ser presiente. La comisión de militares se retiró de la
casa de don Manuel y nunca más regresó. Después se supo
que en la relación para ser fusilados, se encontraba la mayoría de militares
que lo visitaron a su casa.
Gonzales Prada, después de haber puesto el dedo en la llaga
donde brotaba pus, es decir corrupción, dejando su partido Unión Nacional,
viajó a Europa donde estuvo un bien tiempo. Se lo criticó por su actitud
evasiva. Por no ser capaz de dirigir una organización política pero sí era un
líder intelectual de gran prestigio y respeto. Fue precursor del modernismo literario junto con otros poetas latinoamericanos.
Volviendo a la corrupción actual en nuestro país, la solución
no es lo que había propuesto Prada por aquel tiempo, sino tiene que ver con el
fortalecimiento de la educación y reformar las leyes que castigan la corrupción
en el Perú. Para ello las instituciones que administran justicia tienen que
recobrar credibilidad y que un organismo las vigile de cerca. Esto tiene que ver con el fortalecimiento del
Estado como regulador. No es intervencionismo, sino control del liberalismo
extremo en que vivimos. El liberalismo
extremo no solo ocasiona crisis financiera y económica en el mundo, sino
también crisis moral. Los grandes intereses económicos de las corporaciones,
para lograr sus objetivos, en muchos casos, acuden a la corrupción.
Si se quisiera buscar corruptos en los niveles de gobiernos
actuales, de seguro que las cárceles se llenaría de ministros, viceministros,
presidentes regionales y alcaldes. Además de funcionarios y contratistas.
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