Todo estuvo planeado. La declaratoria de Estado de Emergencia ya estaba decidido desde el primer momento en que llegaron militares a Cajamarca. Ante la ausencia de Estado no sólo en Cajamarca sino en otras regiones del país donde las empresas mineras son los gamonales del siglo XXI, el gobierno de Ollanta, a quien los cajachos repudian, reemplazó con la presencia de los militares y un remedo de desfile que no tiene nada de nacionalista, sino de trasnacionalista. El Primer Ministro y Ollanta tenían preparado bajo la manga el Estado de Emergencia ante una pequeña negativa de las autoridades y dirigentes cajamarquinos. A éstos no les permitieron consultar a sus bases el levantamiento del paro, por el contrario les amenazaron. Ésto no conocen los grandes periodistas de la capital. Qué tal democracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario