¿Mesas de trabajo o mesas de poder?

Hoy Cajamarca ha sido escenario de dos mesas de trabajo. Una convocada por el presidente regional Gregorio Santos Guerrero a donde asistieron alcaldes distritales y el mismo alcalde provincial Ramiro Bardales Vigo, éste se ubica por ambos lados porque no tiene doctrina política como rumbo. Estuvieron también los congresistas nacionalistas Rimarachín y Llatas. En la reunión se discutió el Plan de Desarrollo Regional. Santos, al ser consultado por la prensa cajacha de las expresiones del Primer Ministro en un medio capitalino, que en marzo se estarían reiniciando las operaciones en Conga, dijo que es un tremendo error el estar adelantando opinión sobre el peritaje.
La verdad de las cosas Valdés continúa metiendo la pata con sus declaraciones. De este modo el peritaje terminará cayéndose a demás de no haber sido consensuado por la mayoría de los verdaderos representantes. Como se ve, al proyecto Conga el Estado lo quiere imponer a la fuerza. Las cosas a la fuerza no funcionan. El mandatario regional, además, se quejó y denunciará ante la Asamblea de Gobiernos Regionales, que el Ministro Valdés pretende establecer un Comité Multisectorial con el objeto de crear paralelismo y dividir a los cajamarquinos.
Mientras "Goyo" se reunía en un hotel céntrico de la ciudad, la comitiva del ministro René Cornejo, por la mañana, rompía botellas para luego decir a través de la prensa que se está inaugurando la oficina de Cofopri para atender a los cajamarquinos. Qué amable el ministro. Ahora el gobierno central se acuerda de los cajachos. ¿Por qué será? Estuvo en el distrito de Jesús, que está de fiesta, para inaugurar una obra. Por la tarde se reunió en el Capañan con otras autoridades para planear obras para Cajamarca. En esta reunión Santos Guerrero estuvo presente. ¿Una movida política? Mientras se desarrollaba la mesa de Cornejo, en las afueras de la municipalidad hubieron manifestaciones opuestas. Un grupo defendía el proyecto Conga, entre los que estaban campesinos y personas citadinas. El otro grupo, con banderitas peruanas en mano defendían el agua y la vida y el "Conga no va".
Lo que se vio en Cajamarca no fue mesas de trabajo, sino mesas de poder. De tumbarse al otro a través de estrategias creadas desde la capital. Sin embargo el gobierno regional no se quedaba atrás también armó su propia estrategia. La confrontación, creada a nivel de gobierno nacional y subancional, trae resultados lamentables como la confrontación de la misma población que puede terminar en sangre. Por ambos lados tienen que cambiar sus actitudes políticas.