Un amigo me dijo que había escuchado una nueva radio. No estaba equivocado. Efectivamente, este blog ya había comprobado lo que el amigo me había informado. En el dial entre radio Campesina, que de paso había salido del aire cerca de ocho días por razones no precisas a parte de lo que se especula, y radio Líder se escucha una nueva radio llamada “Cajamarca viva”. La emisora no tiene más de un mes de estar en el aire. No sólo se escucha en AM, sino, simultáneamente, al menos su programa periodístico, en FM. Escuchando los contenidos de su programa periodístico y publicitario no es difícil deducir que es una radio al servicio de los intereses mineros. Se publicita a toda fuerza, tardíamente, el proyecto Conga en cuestión. Se entrevista a funcionarios y empresarios mineros. No se olvidan de atacar al presidente regional Santos Guerrero, a Saavedra y otros.
La radio lejos de su objeto de quedarse por mucho tiempo al aire con la intención de informar a la población cajamarquina, obedece a un plan de querer lograr otras intenciones coyunturales. Éstas relacionadas con el poder económico minero. Para ello no sólo se han valido de “empresarios” que tienen sus radios que no han dudado en alquilarlas, sino de “periodistas” que se alquilan a la buena plata que les puede caer por suerte. Han hecho el papel Faustiano quien vende su alma al demonio a cambio de bienes terrenales. Al ver la plata no dudan en hacer el trabajo que les encomienden. Lo malo es que el poder económico, torpemente, eligen periodistas que hace rato han perdido credibilidad por ambos lados. Ya la población no les creen y hasta les repudian.
Sobre la credibilidad profesional Nelson Manrique en unos de sus artículos dice: “Lo verdaderamente preocupante es el silencio y los sesgos informativos de quienes hasta aquí consideraban su prestigio profesional como capital que poseía. Que los medios [periodistas] terminen alineándose con el poder por razones subalternos no anuncia nada bueno para la democracia” La verdad pura es que a estos periodistas no les interesa el prestigio profesional como capital, lo han tirado al piso por el dinero fácil. Pero aún más, no les interesa la democracia. Aman, por el contrario, la cleptocracia.
Así que ahora suena una radio “VIVA” con periodistas VIVOS”. A escuchar cajachos y distingan quiénes son.
¿El plan es también tomar radio Campesina?
La radio lejos de su objeto de quedarse por mucho tiempo al aire con la intención de informar a la población cajamarquina, obedece a un plan de querer lograr otras intenciones coyunturales. Éstas relacionadas con el poder económico minero. Para ello no sólo se han valido de “empresarios” que tienen sus radios que no han dudado en alquilarlas, sino de “periodistas” que se alquilan a la buena plata que les puede caer por suerte. Han hecho el papel Faustiano quien vende su alma al demonio a cambio de bienes terrenales. Al ver la plata no dudan en hacer el trabajo que les encomienden. Lo malo es que el poder económico, torpemente, eligen periodistas que hace rato han perdido credibilidad por ambos lados. Ya la población no les creen y hasta les repudian.
Sobre la credibilidad profesional Nelson Manrique en unos de sus artículos dice: “Lo verdaderamente preocupante es el silencio y los sesgos informativos de quienes hasta aquí consideraban su prestigio profesional como capital que poseía. Que los medios [periodistas] terminen alineándose con el poder por razones subalternos no anuncia nada bueno para la democracia” La verdad pura es que a estos periodistas no les interesa el prestigio profesional como capital, lo han tirado al piso por el dinero fácil. Pero aún más, no les interesa la democracia. Aman, por el contrario, la cleptocracia.
Así que ahora suena una radio “VIVA” con periodistas VIVOS”. A escuchar cajachos y distingan quiénes son.
¿El plan es también tomar radio Campesina?
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