Por Luis Torres Montero, periodista
Sr. Presidente Ollanta Humala,
Como primera persona que dirige una nación, millones de jóvenes lo tienen como modelo de pensamiento político, y coherencia en su ejecución. La meta es: ser hombres íntegros. Hoy, con la decisión de nombrar a Wilmer Calle como ministro del Interior, una vez más, los defrauda.
Su persona no puede cometer el error de trabajar con un ministro que apoyó el autogolpe de Alberto Fujimori -fimó el acta de sujeción, zurrándose así en la memoria de las víctimas que trajo la década de la dictadura (No olvide, que dicho documento fue para poner en las sombras los abusos de la Cantuta, Barrios Altos, El Grupo Colina, la desarticulación del Congreso, acallar los mandos militares)
Eso es comerse la cola, Señor Presidente. Herirse a uno mismo con masoquismo, pasado la crisis del VRAE, es otro autogol más.
Su naturaleza y consecuencia acaba de palidecer. Ya es hora de despertar. Está bien, UD. ha presentado su eslogan: Yo gobierno para todos los peruanos (no para un facción). Y fue la ocasión perfecta para dejar a la izquierda, y decirle a la derecha que la inversión tiene su cara. Eso es política. Yo trato en esta carta un tema ético.
Los valores democráticos no tienen colores ni direcciones.
Al menos que UD. me diga que enterró el Ollanta de Locumba, y ahora es el Ollanta sin pasado ¿Puede un hombre cercenarse así?
Recuerde: “Es un pacto de honor firmado por delincuentes”, llamó UD. aquella vez a esa acta que apoyó al Fujimorato (cito) (subraya).
La pregunta es: ¿Ud trabaja con delincuentes?
Igual, UD es libre de gobernar con los más rankeados malhechores. Porque también son peruanos. Sus asesores están obnubilados con el poder que jamás tuvieron. Usted debió escoger a gente humilde. Sabios. No militares en cuclillas. No seguidoras de dictadores.
Sus asesores lo atarantan. Y su divina más. Más coherencia política, señor Presidente. Porque, recuerde, hay un niño que no solo vive de un plato de lentejas. Sino de un sueño de un país sin el terror, y la corrupción.
Antes de la inclusión social, ha debido llegar la inclusión espiritual. Más: La inclusión ética (usando el marketeo oficialista para que me entiendas)
Esos millones de jóvenes le voltean ahora la cara.
Con ese nombramiento, se estaría acercando más al pragmatismo vil de los fujimoristas.
Entienda. Tenga presente esto. Brutalmente honesto, se lo digo: Se está llenado de gente que mina sin dirección su pasado. Lo quieren cortar a pedacitos. Eso pasa por elegir a gente que no tiene bandera. Que tiene experiencia, seguramente, pero con todo lo anterior: lo podrido.
Sólo buscan el dinero. El poder ¿Cómo puede confiar UD. en esa gente?
(Cuando eso sucede y no hay horizonte, solo inversión e inversión, un gobierno de derechas lo sacará, cuando UD. ya no sea necesario para sus ambiciones)
Entienda, Presidente.
No escojas a la yerba mala. Sácala de raíz, porque si la vuelves a poner solo traerá más sombras a Palacio. Pero… Cómo hacerte entender, si ya eres un soberbio más que olvidó lo que prometió…¿Eres igual que tus asesores?
¿Te avisaron o no que ese ministro apoyó el autogolpe que tú tanto condenaste?
No vaya a ser que esa misma gente que pones al frente tuyo, por naturaleza de títeres, ponga algún día las manos en tu cuello.
Y finalmente, te asfixien.
saludos,
Mal’Pal’.
Barranco, 16 de mayo de 2012
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