Edy Benavides |
Si bien el ambiente social en Cajamarca se encuentra en
calma. Empero los dirigentes sociales y ambientalistas, que rechazan el
proyecto minero Conga por considerarlo destructor, se encuentran en tarea
silenciosa y constante con la intención de lograr que el mencionado proyecto
minero se suspenda definitivamente. Tarea que no es fácil porque el Estado y la
empresa minera no están cruzados de brazos.
Uno de los dirigentes, Edy Benavides, de la provincia de
Bambamarca, estuvo en Francia donde expuso la realidad del conflicto
Conga. Ha logrado reunirse con
activistas, sindicatos, con miembros del parido Verde, con autoridades de ese
país a quienes ha explicado las razones del porqué no debe ejecutarse el
proyecto minero en Cajamarca. “Hemos
logrado visibilizar la Declaración de 22
países” dice Benavides.
La tarea realizada del dirigente en el exterior es de suma
importancia para ellos porque, a sabiendas que el Estado peruano antes de comportarse como regulador de la inversión
en minería, es un empresario más, la información que dé a la sociedad europea
adelantará que la lucha que ellos han emprendido tiene razón y sustento. Lo que
suceda más delante, de querer el Estado
peruano débil de imponer el proyecto minero en discusión, no tomará con
sorpresa a la comunidad internacional porque el trabajo informativo que ha
realizado el dirigente bambamarquino ya los ha puesto en autos. Es bien clara la idea de los dirigentes:
luchar a nivel internacional con el trabajo informativo como instrumento.
La eventual presencia de Observadores Internacionales, que
ha asegurado el dirigente ambientalista, es un paso más de la lucha que vienen
realizando los campesinos tanto de Bambamarca y
Celendín. Lograr que estos observadores estén en Cajamarca no sólo es
parte de esa lucha constante, sino que
lograrán que alguien atestigüe las consecuencias que traerá el
proyecto minero en cabecera de cuenca. Lograr que Observadores Internacionales estén presentes
en Cajamarca ocupará el vacío que la prensa nacional no informa. Es un punto más para los dirigentes y el
campesinado que se encuentra en pie de lucha.
Las organizaciones campesinas y los dirigentes no están
pasivos en su lucha constante. Ya tienen planeado construir una casa muy cerca
a las lagunas, para ello necesitan comparar el terreno. El dinero lo vienen consiguiendo a través de colectas y
teletones. Hasta el momento sólo les
falta cerca de 20 mil soles para completar la cantidad de dinero que
necesitan. La construcción de dicha casa
en las lagunas es el símbolo de resistencia de los campesinos.
En el fondo, la lucha de los campesinos cajamarquinos en los andes no es más que una resistencia
del espacio geográfico local, de la cultura local frente a la globalización de un
modelo que comienza a tambalear en el viejo mundo y en parte de
Sudamérica.
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