El campesino asistió a la conversación que promovió el Gobierno Regional para prevenir enfrentamientos entre los comuneros de Huasmín, Sorochuco y otras comunidades campesinas con la empresa minera. Vestido originalmente con vestimenta de la zona y de sombrero y de una argumentación sólida y razonable, Daniel Gil dejó sorprendidos no sólo a las autoridades políticas, sino a los mismos funcionarios de Yanacocha.
“Huasmín siempre somos humildes y mansos como palomas, pero también somos muy prudentes. En acuerdo unánime de nuestra asamblea es que nosotros no tenemos dirigentes que representen. Siempre los cuerdos se harán en el campo insitu y nuestro objetivo fundamental es: agua. Porque están desapareciendo lagunas y humedales y el río Jadibamba, que son fuentes de vida de la parte baja. Que tanto nos quieren engañar con las represas o las lagunas trasvasadas, yo le pido a Yanacocha que nos explique en términos que lo entendamos. Cómo nos van engañar con represas”.
El campesino deja de hablar y los asistentes revientan la sala en aplausos que se prolonga por unos segundos. Se coge el sombrero como mostrando enfado para luego coger sus alforja. Gil Terrones tiene la piel de un anglosajón pero es originario de la sierra andina de Cajamarca a unos cuatro mil metros de altura sobre el nivel del mar. Él, como otros campesinos, no quiere el proyecto Conga por el gran daño que ocasionaría a las comunidades con la destrucción de sus lagunas. En reúnión los campesinos y autoridades de sus comunidades piden que el problema sea visto en el lugar, en la misma zona donde se destruirán lagunas.
“Huasmín siempre somos humildes y mansos como palomas, pero también somos muy prudentes. En acuerdo unánime de nuestra asamblea es que nosotros no tenemos dirigentes que representen. Siempre los cuerdos se harán en el campo insitu y nuestro objetivo fundamental es: agua. Porque están desapareciendo lagunas y humedales y el río Jadibamba, que son fuentes de vida de la parte baja. Que tanto nos quieren engañar con las represas o las lagunas trasvasadas, yo le pido a Yanacocha que nos explique en términos que lo entendamos. Cómo nos van engañar con represas”.
El campesino deja de hablar y los asistentes revientan la sala en aplausos que se prolonga por unos segundos. Se coge el sombrero como mostrando enfado para luego coger sus alforja. Gil Terrones tiene la piel de un anglosajón pero es originario de la sierra andina de Cajamarca a unos cuatro mil metros de altura sobre el nivel del mar. Él, como otros campesinos, no quiere el proyecto Conga por el gran daño que ocasionaría a las comunidades con la destrucción de sus lagunas. En reúnión los campesinos y autoridades de sus comunidades piden que el problema sea visto en el lugar, en la misma zona donde se destruirán lagunas.
El sábado último, Salomón Lerner dijo que el proyecto va y que sólo son protestas de un grupo de ambientalistas. Declaraciones irresponsables y hasta provocadoras. Los campesinos insisten en su lucha y que los próximos días la sangre pude derramarse en los cerros andinos de Cajamarca.
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