Si bien la ideología indigenista y su forma de expresión en el arte a través de la literatura ya no existen más, sin embargo las protestas de los campesinos de las zonas andinas de Cajamarca contra inversiones en proyectos mineros no cesan. Los comuneros protestan no por una ideología violenta sino por una necesidad: la protección de sus cabeceras de cuenca que abastecen de agua a sus comunidades. Los campesinos de las comunidades de Huasmín, Sorochuco, El Alumbre, El Tambo, Celendín y otras comunidades que se sienten afectadas con el proyecto Conga de Yanacocha han anunciado el desalojo de la empresa de sus lagunas y humedales que pretende destruir la actividad extractiva. El enfrentamiento violento es eminente en los próximos días si es que el Estado no toma con responsabilidad el conflicto entre el capital minero y las comunidades campesinas que defiende sus aguas. En los próximos días seremos testigos de ¿sangre en los andes de Cajamarca? Ojalá que no.
Las últimas declaraciones no sólo de un alto funcionario de Yanacocha, sino del mismo Presidente del Concejo de Ministros Salomón Lerner, sin conocer las cosas, que el proyecto Conga va, no tranquilizan los ánimos de los campesinos, sino que por el contrario alientan al enfrentamiento. Los campesinos han expresado en la última reunión en Cajamarca que quieren a los ministros en el lugar de los hechos, es decir en las cuatro lagunas y bofedales amenazados. Para que vean la realidad y que los campesinos no están locos con sus protestas. Si es posible quieren la presencia del Presidente Ollanta Humala.
El jueves se cumple los ocho días que ha dado la comunidad de Huasmín a la empresa minera para que saque sus maquinarias de la zona. No sabemos qué pueda pasar. Pero para evitar que sangre se derrame en las alturas de los andes de Cajamarca, el Estado tiene que atender el pedido de los campesinos y revisar y paralizar, como lo han pedido las autoridades de Cajamarca, del proyecto minero. Caso contrario no habrá “Tempestad en los Andes”, sino Sangre en los Andes de Cajamarca.
Las últimas declaraciones no sólo de un alto funcionario de Yanacocha, sino del mismo Presidente del Concejo de Ministros Salomón Lerner, sin conocer las cosas, que el proyecto Conga va, no tranquilizan los ánimos de los campesinos, sino que por el contrario alientan al enfrentamiento. Los campesinos han expresado en la última reunión en Cajamarca que quieren a los ministros en el lugar de los hechos, es decir en las cuatro lagunas y bofedales amenazados. Para que vean la realidad y que los campesinos no están locos con sus protestas. Si es posible quieren la presencia del Presidente Ollanta Humala.
El jueves se cumple los ocho días que ha dado la comunidad de Huasmín a la empresa minera para que saque sus maquinarias de la zona. No sabemos qué pueda pasar. Pero para evitar que sangre se derrame en las alturas de los andes de Cajamarca, el Estado tiene que atender el pedido de los campesinos y revisar y paralizar, como lo han pedido las autoridades de Cajamarca, del proyecto minero. Caso contrario no habrá “Tempestad en los Andes”, sino Sangre en los Andes de Cajamarca.
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