Conga después de la Marcha Nacional del Agua.

Una vez concluida la Marcha Nacional del Agua, que terminó en un mitin multitudinario en la capital peruana, que los medios nacionales vinculados al poder económico no quisieron reconocerla, (“Plantea un escenario muy preocupante por el escandaloso nivel de autocensura al que la mayoría de los medios han recurrido”, dice Nelson Manrique) y que el fracturado gobierno nacionalista no quiere escuchar los reclamos de los pueblos del interior del país quienes viven los abusos de las mineras, se ha hecho público los nombres de las personas que harán el peritaje al proyecto minero Conga. Se tratan de los ingenieros españoles Luis López García y Rafael Fernández Rubio, quienes ya firmaron contrato. Sólo se espera el arreglo con el portugués Martins Carvalho. El anunció de los peritos vuelve a encender el conflicto de Conga. Esta vez no sólo en Cajamarca, sino a nivel nacional.
También se conoce que, luego de la marcha, en estos días, el presidente Ollanta Humala se reunirá con el padre Marco Arana impulsor de la marcha nacional del agua y con funcionarios de la empresa minera Yanacocha. Seguramente para ver el caso del proyecto minero Conga que tiene serias falencias técnicas y es un dolor de cabeza para el actual gobierno.
Lo primero que ha observado Humala, aquí va una hipótesis, en la última marcha nacional del agua es que, lejos de ver radicales o terroristas en las marchas que nacieron en Cajamarca, ha visto el ascenso de una neocorriente de movilizaciones sociales que tiene sustento en los pésimos trabajos que vienen realizando las empresas mineras no sólo en las comunidades de los campesinos, sino con los mismo citadinos. Si en el siglo pasado nacieron movilizaciones campesinas contra el hacendado, hoy lo hacen contra los abusos de las trasnacionales mineras. El jefe de Estado, al querer conversa con los agentes del conflicto, lo que busca es que esa corriente de movilización social no siga creciendo. No siga recibiendo las simpatías de los pueblos del país. No se convierta en una gran masa que le pueda hacer tambalear su poder. Porque hay que tener en cuenta que Humala hace rato que ha perdido su principal aliado de gobierno: la clase popular. La derecha no es su aliado, es su captor.
Se anuncia también acercamiento del presidente regional de Cajamarca Santos Guerrero con el Ejecutivo pero Valdés es la bisagra que no funciona democráticamente. De las conversaciones que se den en los próximos días, depende lo que sucederá en los siguientes meses. Si las protestas vuelven a encenderse o no. Pero es claro para los campesinos de las comunidades de Sorochuco, Huasmín, Bambamarca y los dirigentes sociales de Cajamarca, que Conga no es viable.
Respecto al peritaje internacional, si el Ejecutivo únicamente se basa en los términos de referencia que ellos han propuesto, la solución al problema técnico del proyecto si que va tener inconvenientes. Si los peritos designados realizan la evaluación al EIA de Conga tal como está: incompleto, sin pies y cabeza, desarticulado ecosistémicamente, la solución al problema si que no va llegar. Si los términos de referencia del gobierno buscan que el proyecto va a como de lugar, la sangre volverá derramarse en los cerros donde se encuentran las lagunas. Se tiene que consensuar y debatir los términos de referencia tanto del Ejecutivo como del gobierno regional de Cajamarca. Caso contrario se volverá a dar cuenta de heridos por bala o quizá de muertos.
Se conoce que Grufides, con técnicos especialistas extranjeros, ya ha realizado la evaluación al EIA del proyecto minero Conga. Los resultados si que son sorprendentes. En los próximos días la entidad no gubernamental lo estará dando a conocer. Seguro que el padre Marco Arana, en la reunión que sostenga con el presidente Huamala este jueves, dará a conocer de los resultados de la evaluación que ellos han realizado al EIA de Conga.
Conga, luego de la Marcha Nacional del Agua, llega a otra fase. O termina en una inviabilidad técnica o en una anulación por presión de muertos y heridos.