miércoles, 7 de octubre de 2009

Sueldos dorados en municipalidad de Cajamarca

Los escándalos en las municipalidades no sólo distritales, sino en las provincias llaman la atención en la población de este país que se llama Perú. En la municipalidad provincial de Cajamarca, donde el alcalde es Marco La Torre Sánchez, el escándalo que se ha hecho público tiene que ver con los sueldos que perciben los trabajadores preferidos de dicha comuna. Los sueldos oscilan entre 700 soles y 6 000 soles mensuales. El gerente municipal Pesantes Alayo Wilson Elmer percibe 6 599.36 soles mensuales. Un periodista, que no es egresado de universidad alguna y no cuenta con título profesional en otra profesión, que hace de asesor en la gestión del alcalde La Torre, percibe 4 450.00 soles, su nombre Mego Díaz Luis. Lo único que hace, como se lo ve todas las noches, es conducir un programa periodístico que, en algunos casos, se dedica a atacar a aquellos que critican o cuestionan la gestión del alcalde, como lo hizo con un regidor. Después un ex árbitro de fútbol Soto Oliva, Roberto, que hace de asistente también gana 4 450.00 soles mensuales. Un camarógrafo, Briones Arana Álvaro percibe 2 990 soles a parte de los contratos que pueda hacer en publicidad. Un asistente-chofer Membrillo Quintana, percibe 2 990 soles. El Hijo del presidente regional de Cajamarca, quien trabaja en la oficina de asesoría jurídica de la municipalidad, gana 5 669.55 soles. Mientras que la directora de la oficina de comunicaciones gana nada menos que 5 699.55 soles. Estos son los trabajadores de la actual gestión de Marco La Torre Sánchez que tienen de alguna manera un sueldo dorado cada mes. Mientras que un trabajador de serenazgo percibe apenas 700 soles mensuales, y otros trabajadores apenas llega a los 300 soles. “Esto es corrupción" ha dicho un ex alcalde de Cajamarca. Además ha pedido que intervenga la defensoría del pueblo y la comisión de fiscalización del congreso de la república. Dos regidores de la oposición, en sesión de concejo, pedirán que los sueldos de los funcionarios se sinceren. Es urgente que intervenga la Controlaría de la República no sólo en las muncipalidades distritales, sino en las provinciales. Porque, metafóricamente hablando, se la cargan a las municipalidades.

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