miércoles, 13 de junio de 2012

Crónica de un Conga que no termina.

El 31 de mayo el Frente de Defensa Ambiental, el Frente de Defensa de los Intereses de la región Cajamarca y demás organizaciones sociales dieron inicio al paro indefinido contra el proyecto minero Conga. Para esa fecha no sólo se movilizaron pobladores de Cajamarca, sino campesinos que llegaron de las otras dos provincias que serían afectadas con el proyecto. Miles se concentraron en la plaza principal de la ciudad del Cumbe.  Habían dado inicio a la segunda etapa de lucha contra el proyecto Conga.

Dos días antes el denominado Colectivo por Cajamarca, improvisada y desesperadamente convocó a una marcha denominada por la paz y el desarrollo. Pretendían desvirtuar el paro indefinido del 31 de mayo que ya tenía un plan predeterminado. El gobierno, en este colectivo, pretendió tener a su primer aliado en Cajamarca porque el nacionalismo como organización política no existe. Aliado que estuvo integrado por dos exalcaldes vinculados directamente a la empresa minera, por empresarios mineros agrupados en la Cámara de Comercio y por trabajadores mineros que salieron a defender su trabajo y no pretender hacer un frente político a la protesta contra el proyecto Conga.

Luis Guerrero, a quien el electorado cajamarquino en dos oportunidades le dijo no te queremos más como nuestra autoridad, en el Colectivo por Cajamarca, no es más que el operador político y ha decido quemar su escasa credibilidad política poniéndose de lado de la trasnacional minera a quien le dio la bienvenida cuando era alcalde. Ahora, Guerrero pretende batallar políticamente en un colectivo que no saben nada de política. Sin embargo, el ex alcalde ha sido defenestrado como líder de su movimiento político. Se ha quedado sin seguidores. Más de dos docenas renunciaron e incluso le acusaron de desleal a los principios de su propio movimiento político, FIR.

Bueno, sigamos con nuestra crónica. Para el 30 de mayo, el FEDAC había invitado al padre del presidente de la república don Isac Humala a Cajamarca, pero no llegó. Los vuelos ese día se suspendieron primero porque dijeron que el clima no era el adecuado a pesar de haber sido una mañana soleada, y segundo porque en las afueras del aeropuerto se había encontrado bombas monotob. Los que idearon tan burda y torpe conspiración contra el patriarca Humala lograron su objetivo, pero la población descubrió la conocida estrategia fujimontesinista. Sin investigación alguna la misma policía se encargó de retirar los explosivos elaborados con botellas de Wisky. La pregunta es ¿los poderes fácticos no sólo controlan a Ollanta Humala, sino también a su propia familia?

Luego que frustraron el arribo de don Isaac Humala a Cajamarca, se inició la primera semana del paro indefinido. El atrio de la iglesia San Francisco se convirtió en el escenario de las ollas comunes, del mismo modo una parte de la plazuela Bolognesi donde los policías patearon las ollas con los alimentos. La orden de reprimir era implícita. Los manifestantes se defendían de las palizas de los policías. No sólo los manifestantes no se salvaron de las sendas palizas, sino los mismos periodistas fueron masacrados, sobre todo los periodistas locales. Las cámaras de seguridad de la municipalidad de Cajamarca reveló la brutalidad como la policía había atacado y que, algunos medios limeños, propalaron en sus programas periodísticos porque no podían ocultarlo. Los manifestantes se cuidaban de no caer en la provocación. Los dirigentes manejan sus estrategias políticas a pie juntillas, estrategias que el Ejecutivo no maneja. Sólo maneja la estrategia militar y policial.

Mientras terminaba la primera semana del paro indefinido, la prensa local adicta a la minería no cesaba de realiza el trabajo encomendado: atacar y desprestigiar a los dirigentes. Los que tenían programas periodísticos en radio y televisión manejaban el mismo libreto. Aparecieron los periodistas que antaño eran rudos críticos de la minería convertidos en estrategas manejados por lo que más necesitan: dinero. En el medio escrito se hizo evidente la torpedad periodística de una revista manejados por cajamarcudos escasos de creatividad y análisis. Ni un estudiante del primer año de comunicación publica una foto en portada con dos piletas de una plaza. Pretendían llenar, falsamente, la plaza con manifestantes mineros del día 29. Como no son hábiles para realizar su trabajo periodístico, menos lo son para manejar sus comunicaciones: a los correros de los periodistas locales se filtró información que revela cómo trabajan y quiénes más y de quién dependen.

Para el día 05 de junio, la población volvió a concentrarse frente a la iglesia San Francisco. En su discurso, Santos Guerrero, alborotó a los otorongos de un Congreso desprestigiado y venido a menos, en los últimos años, por la calidad de legisladores. El presidente del congreso pidió al fiscal que investiguen a Santos por el delito de apología a la rebelión. Los nacionalistas, ingenuamente, cayeron en la estrategia política de Goyo.

La semana terminó con el comentario de la población cajamarquina que Santos Guerrero va ser detenido y encarcelado. Pero no, por el contrario, el lunes se fue al Congreso y realizó un informe del trabajo que viene realizando. Otra movida política más de Goyo que el gobierno no entiende. En tanto, con la intencón de realizar la lucha política, Luis Guerrero y Jorge Vergara, integrantes del Colectivo, también estuviron en el Congreso para quejarse que las industrias, con el paro, están perdiendo. En Cajamarca no hay industria más que la industria estractivista.
El martes 12, en reunión de dirigentes y organizaciones sociales y frentes de las 13 provincias acordaron contiuar con el paro indefinido hasta que el gobierno declare su inviabilidad. Mientras eso acordaban los dirigentes por la tarde, ministros llegaron por la mañana a Cajamarca para inspeccionar el agro que está abandonado, y la ministra inspeccionó algunos centros educativos. 

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