Santos Guerrero presidente región Cajamarca |
El presidente
regional de Cajamarca Gregorio Santos
Guerrero, después de ser acusado de intransigente para el diálogo, el 29 se
reunirá con el presidente de la PCM Juan Jiménez Mayor para dialogar ante el
pedido del presidente regional cajamarquino. Después de las crisis de Conga,
Santos, si es que no se vuelve a postergar o se suspenda el mencionado encuentro, volverá a reunirse con un
presidente de Concejo de Ministros en un contexto menos tenso a
comparación de los anteriores. El fondo
es que, entre ambos gobiernos, hay un acercamiento para el diálogo y dependerá
mucho de las actitudes de las dos autoridades, uno elegido democráticamente y
el otro designado al estilo virreinal, es decir a dedo.
¿Qué perfil llevará
Santos a la reunión con la PCM?
Un sector de la prensa local pidió al mandatario cajamarquino que haga
público la agenda que llevará a la mencionada reunión. Pero hasta el momento no
lo ha hecho. Al margen que lo haga o no, la reunión suscitará un escenario
político donde ambos medirán sus decisiones políticas, donde se encontrarán un
técnico debutante como primer ministro y un político zorro, donde, de seguro,
con ayuda de sus asesores respectivos, se torearán ante pedidos de ambos lados.
En ese toreo Sontos presentará su perfil que tendrá respuesta del ejecutivo.
El tema principal de agenda que llevará “Goyo”, como ya lo han mencionado las
personas cercanas al gobierno regional, es el desarrollo de Cajamarca que
consiste en el financiamiento de paquetes de proyectos listos para la región. Pedirá
al ejecutivo el financiamiento de esos proyectos que Santos pondrá sobre la
mesa de la PCM. El pedido del financiamiento de esos proyectos, indirectamente,
tiene que ver con el reclamo del recorte del presupuesto que ha sufrido la
gestión de Santos y que le pone en jaque ante la población que lo eligió.
Él muy bien sabe que lo quieren liquidar con el recorte de
presupuesto para el presente año, por eso, muy hábil ha pedido dialogar con el
ejecutivo que actúa con venganza profundizando más los resentimientos. Santos busca
hacer público que el recorte de presupuesto a su gestión es una actitud de
venganza del gobierno central por tan sólo estar de lado de las comunidades que
reclaman la protección de sus recursos hídricos. Es una movida política que
seguro el ejecutivo ya lo ha olido, si es que tienen olfato político.
Lo que sí esta bien claro para Santos es que el desarrollo de Cajamarca no
pasa por la viabilidad del proyecto minero Conga que para los campesinos no
está paralizado. Esa decisión, que fue
tomada en la última reunión de frentes y demás organizaciones, será presentada
por el presidente regional ante el primer ministro. El presidente del Frente de
Defensa del Tambo Manuel Ramos ha declarado que Santos no negociará Conga, que
Conga es innegociable en la reunión del día 29. Declaraciones que refuerzan la
posición de la autoridad regional ante el ejecutivo.
Si Santos va a pedir dinero para proyectos de desarrollo, de
hecho el ejecutivo no dudará en pedirle
que deje ser un impedimento en la ejecución del proyecto minero Conga, que se
ponga de lado y deje solos a las organizaciones campesinas y los frentes que
han estado en la lucha. Actitud que él no tomará teniendo en cuenta la posición
que ha mostrado cuando reventó Conga.
En la reunión, que sostendrán ambas autoridades a fin de
mes, ya se ha empezado a notar temores por ambos lados. En ellos se ha
escuchado que no debe haber condiciones para el diálogo. Que el desarrollo de
Cajamarca no debe condicionarse con la viabilidad del proyecto minero Conga.
Que no debe haber condiciones para dialogar por el otro lado. Como se ve, las
conclusiones del diálogo no va hacer nada halagador para ambos lados. El tema
Conga será el punto de discordia porque atenta contra la vida de miles de
campesinos y los bolsillos de los inversionistas mineros si no se ejecuta.
Si bien el diálogo es el único camino para corregir las
diferencias en ambas partes en conflicto, pero se banaliza cuando es
subordinado por intereses económicos que pasan sobre los derechos de las
personas. Es decir, la actitud mata al diálogo.
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