Conocidos líderes de izquierda se unen en FAI |
El problema de la izquierda viene desde muchas
décadas atrás. Hugo Blanco Galdós, hoy de avanzada edad y entusiasta en los
últimos movimientos sociales en contra de la minería desregulada, lo ha
expresado en su momento en que la izquierda comenzaba ha desplomarse. El viejo
y retirado dirigente decía de la izquierda: “Si no nos unimos las masas nos mandan simplemente a la mierda; y con
mucha razón.”. “Confío en que las masas nos ayuden a limpiar nuestras cabezas
de toda esa porquería sectaria que tenemos todavía”.
Y Alfonso Barrantes Lingán, ante la pregunta
de César Hildebraht en 1980 sobre el sectarismo en la izquierda, respondió: “Creo que el esfuerzo, evidentemente, tiene
que empezar por nosotros. Es claro que las masas pueden ayudarlo a uno a superar
muchas cosas, pero el esfuerzo tiene que empezar por uno mismo… Por mi parte
creo haber demostrado en los últimos años que el sectarismo_ si es que lo
tengo_ lo tengo en grado muy pequeño”. Sin duda, estos males son lo que
tiene, aun, atrofiada a la izquierda de este siglo. En las últimas elecciones
casi nada ha cambiado, el sectarismo predominaba y las discordias.
La semana última, en la capital virreinal,
Lima, se reunieron las facciones progresistas con la intención de construir un
Frente Único de las izquierdas, es decir lograr la UNIDAD que no pueden
alcanzar desde mucho tiempo atrás. Se han reunido desde el Partido Comunista (PC)
pasando por el Partido Socialista (PS), Patria Roja (PR) hasta llegar a las
últimas organizaciones políticas creadas recientemente como Tierra y Libertad y
Ciudadanos por el Cambio. El reto es
difícil y tienen que superar lo que decían Hugo Blanco y Alfonso Barrantes.
Los actuales dirigentes de estas facciones
izquierdistas deben darse cuenta bien que es el momento en que la izquierda
vuelva ha tomar el poder con responsabilidad en momentos que los demás partidos
están cuestionados por actos de corrupción y desprestigio. Hay un escenario
político en que las organizaciones políticas que ya gobernaron son vistas como
corruptas y hay personas que transitaron en ella solo para lucrarse
personalmente. Es la oportunidad en que la izquierda vuelva al poder pero con
honestidad. Todo depende de lo que puedan hacer los dirigentes. Caso contrario
seguirán apareciendo candidatos que se presentan como progresistas para luego gobernar
con el poder fáctico económico. La izquierda ya no puede estar pensando en
apoyar en un candidato falso que dice llamarse de izquierda, sino tiene que
identificar a su propio líder y apoyarlo en las próximas elecciones del 2014 y
2016.
En Cajamarca la izquierda es casi nula. El
MAS, que no es más que Patria Roja, no tiene a otro candidato fuerte que al
mismo Santos Guerrero. Después
candidatos para alcanzar las municipalidades provinciales y distritales no
existen. No hay un líder progresista en Cajamarca. Los que rodean a Santos
Guerrero son sólo gente de base que sólo saben hacer trabajo de campo en las
campañas políticas. Algunos dirigentes, vinculados al sutec, no hacen mas que
secundar al actual presidente regional con un discurso y lenguaje de la
izquierda de los ochenta. No muestran ser dirigentes líderes. Lo más huérfano
de lideres es en el PC, en el PS y en los nuevas organizaciones políticas en
Cajamarca. El trabajo para construir la
izquierda en Cajamarca es arduo y prolongado.
En 1980 a Alfonso Barrantes le preguntaron que
cuál era el problema serio y significativo de la izquierda. El respondió: “Y en lo que a mí espeta el conocimiento serio y profundo de la realidad
peruana… no lo tengo. Y el instrumento de análisis para interpretar esa
realidad, no lo manejo de una forma adecuada todavía. Y esa certeza sobre mis
limitaciones es lo que me lleva muchas veces a la duda”. El conocimiento serio de la realidad no sólo
se refiere al modelo que estamos viviendo y sus consecuencias, sino al
conocimiento histórico de los procesos sociales que atravesó el Perú y las
regiones del interior del país.
Tal vez sea el problema serio de la izquierda.
Lo más seguro es que el problema serio es que nunca pudieron unirse. Se
comenzaron a destruir ellos mismos desde adentro, desde su propio escenario
izquierdista. Tal como dice Arnold J. Toybee refiriéndose a la desintegración
de las sociedades: “Pues hemos
encontrado que el criterio último y la causa fundamental de los colapsos que
preceden de las desintegraciones es un estallido de discordias internas por las
cuales las sociedades pierden su facultad de autodeterminación.”
Si bien las organizaciones sociales no son
sociedades pero están inmersos dentro de ellas. La teoría de Toybee se puede
aplicar en la izquierda que hoy intenta construirse después de estar muchos
años postergada. Todo depende de lo que puedan hacer ellos, los dirigentes
sobre todo. Superar sus discordias internas.
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