jueves, 8 de septiembre de 2011

Por ineptitud de autoridades policía agrede a estudiantes. Éstos formaron mesa de diálogo



Faltaban, exactamente, diez minutos para las cinco de la tarde del miércoles 07 de septiembre cuando los estudiantes universitarios de la Universidad Nacional de Cajamarca fueron golpeados cruelmente por la Policía Nacional cuando reclamaban por el alza desmesurado de los pasajes. Los estudiantes habían tomado la carretera que une Cajamarca con Baños del Inca.
Antes, los académicos habían invitado a las autoridades locales para dialogar sobre el problema. Habían instalado una mesa de diálogo pero las autoridades nunca se sentaron a dialogar porque aducían que los dirigentes transportistas: Fredy Silva y Teresa Cueva, los responsables del problema, no se harían presentes. El representante de la Municipalidad César Seminario se mostraba inepto para dar un paso en el problema. Parecía que tenía miedo a los dirigentes transportistas. Del mismo modo, el defensor del pueblo y los fiscales nada podían hacer para evitar que los estudiantes sean golpeados. Los universitarios insistían en la mesa de diálogo, sin embargo sentían que estaban siendo paseados. “El defensor también nos está paseando” dijo un universitario a la prensa. El representante de Indecopi no hizo absolutamente nada a pesar de estar en su parte la solución del problema.
Había llegado la una de la tarde después de que los estudiantes habían iniciado su lucha ( siete de la mañana). Parte de la policía se había retirado. Los estudiantes almorzaron en plena pista con alimentos traídos del comedor universitario. Invitaron a los transeúntes y a parte de la prensa.
A las cuatro de la tarde los universitarios volvieron a invitar a dialogar a las autoridades empero no se dio porque los dirigentes transportistas seguían diciendo que no se acercaban a conversar. Fredy Silva, a través de los medios, declaraba que no les importa que sus combis paren dos o tres días para luego decir que la policía desaloje a los estudiantes.
Había llegado la hora de la violencia. Los estudiantes eran sentados pacíficamente. Los policías avanzaban con bombas en mano y con escopetas de perdigones. Una bomba salió por sobre los estudiantes, éstos corrieron en varias direcciones. Los policías cogieron a algunos estudiantes. Entre ellos estaba el estudiante de Ingeniería de Sistemas de apellido Molocho, quien fue golpeado y pateado en el suelo por más de diez policías. El agredido caía y se levantaba del piso. Los policías, como perros en presa, castigaban al estudiante con patadas, “takles” y palos. Los policías parecían bestias y no hombres del orden.
De este modo, ante la ausencia de las autoridades y el dolor los estudiantes universitarios y la indignación de toda la población cajamarquina, la tarde terminaba con un desenlace trágico en que pudo haber muerto un estudiante en manos de la policía.




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