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| Ramiro Bardales alcalde de Cajamarca |
Primero fue el pedido de vacancia del alcalde provincial de Cajamarca Ramiro
Bardales Vigo por un regidor que inicialmente formó parte de su bancada. El
motivo del pedido de la vacancia fue cobros indebidos que la autoridad
municipal realizó y que después, una vez hecho público la irregularidad, tuvo
que devolver el dinero. Después, como gesto de venganza que se encargaron de
realizar los seguidores de Bardales Vigo, otro pedido de vacancia para los que
solicitaron, ante el Jurado Nacional de Elecciones, la vacancia del alcalde, es
decir de Herman Bueno y su colega Vila Bazán.
Últimamente, junto con otro pedido de vacancia de un regidor
denunciado por llevarse insumos de la municipalidad (tierra preparada para
jardines) a su propiedad, el de Ginés Cabanillas Angulo, (regidor que a pesar
de ser de otra bancada se comporta como oficialista), quien favoreció con un
proyecto de la municipalidad a la empresa de su hijo donde éste es socio. El
monto del proyecto asciende a más de un millón de soles…
Todos estos escándalos y otros más que se comentan al
interior de la municipalidad provincial de Cajamarca no son más que rasgos que el desorden, caos y
desgobierno impera al interior no sólo
del órgano de gobierno de una municipalidad como la de Cajamarca: el Concejo,
sino también en el nivel administrativo donde trabajadores, hace unos días,
reclamaron el pago de sus haberes que
les corresponde y que la municipalidad no les paga hace varios meses. Se suma además el hacinamiento de personal _ como ha denunciado el mismo regidor Ginés Cabanillas_ que la actual gestión ha
contratado como si la municipalidad fuera agencia de empleos.
El seno del Concejo municipal, que debería ser el espacio
donde se debata y discuta los proyectos municipales y las ordenanzas y se
informen de la fiscalización que realice cada regidor de la gestión municipal,
se ha convertido en el espacio de pedido de vacancia que tiene olor a venganza.
Con todo lo que sucede en la municipalidad, da la impresión que el órgano de
gobierno: el Concejo, va a la deriva y por el derrotero del caos, desorden y
desgobierno. ¿Y donde está el alcalde provincial en la conducción del Concejo y
toda la gestión? Con todo lo que sucede la respuesta es que no existe. Si es
que no existe entonces ¿Quién gobierna? Gobierna el desgobierno que cada vez se
apodera de las áreas de la municipalidad. “Esta es la peor gestión que las
anteriores” se escucha de la boca de algunos trabajadores que tienen años
trabajando en la municipalidad de Cajamarca.
De esta manera, una vez
más se comprueba que no sólo los partidos políticos están en crisis y
desaparecidos, sino también los mismos movimientos políticos que hacen su
aparición en momentos coyunturales.
Estos movimientos se encuentran también desprestigiados porque sus operadores
se comportan tan igual como la clase política cleptocrática de los últimos
años. Estos movimientos no tienen doctrina ni derrotero ideológico, sino su
doctrina es la coyuntura mediática que termina en saqueo de un país, y su
derrotero ideológico es la corrupción.
¿Cuántos más regidores, al interior de la municipalidad de Cajamarca, serán denunciados por nepotismo o favorecer con proyectos a sus familiares?
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